jueves, 18 de junio de 2015

INTERVENCIÓN DE PILAR CASTILLA EN EL ACTO INAUGURAL DEL 50 ANIVERSARIO

La tarea educativa es gratificante pero difícil para los que la ejercen o la hemos ejercido. La dificultad que ya de por sí tiene la tarea, la hacen a veces mayor, las cambiantes políticas educativas, muchas de ellas con poco sentido de mejora, hechas solo para alimentar el ego de los políticos, sin evaluar suficientemente si los planes funcionan o no y sin contar con los docentes.

A pesar de todo y con la perspectiva que me dan los años, creo no equivocarme si digo que es una tarea ILUSIONANTE. Desgraciadamente, los tiempos que corren no son los mejores para fomentar la ilusión de los docentes, y bien que lo siento…
John Milton, en el Paraíso Perdido decía: “Si no buscamos consuelo en la esperanza, nos hallaremos a merced de la desesperación”. Pero que no se preocupen, intentaremos no desesperar.

Tampoco debemos de olvidar que los docentes tienen en sus manos el futuro de los hombres y mujeres del mañana. Y la educación y los docentes debería ser objetivo prioritario de los programas electorales, ahora que todos están en campaña y prometen incluso lo que no se puede cumplir. El otro día le decía a mis compañeros en una comida de hermandad, que somos una “casta” imprescindible le pese a quien le pese, aunque a veces nos ningunean con respecto a otros colectivos.

¡Pero no caigamos en el pesimismo! También se han hecho cosas bien.

Este Colegio, en el que ahora celebramos su 50 Aniversario, siempre ha mantenido la ilusión y ha dejado la simiente de personas buenas y formadas entre la ciudadanía de este pueblo.
Y podemos señalar algunos cambios importantes que se han dado a lo largo de estos años tales como:

•    Se han aumentado el nº de Centros (cuando yo llegue a Castro Urdiales hace 51 años no había más que un centro de Educación Primaria, en la actualidad hay seis).
•    Se han asentado definitivamente especialidades que antes no teníamos o las teníamos en precario (Idiomas, Nuevas Tecnologías entre otras).
•    Se ha disminuido el número de alumnos por aula (muy importante si queremos conseguir una atención y rendimiento adecuado).
•    Se han puesto en marcha muchos y diversos Proyectos de Aprendizaje e Innovación educativa, Semanas Culturales y otras actividades que suponen muchas veces sobrecarga de trabajo.
•    Se prestan servicios adicionales que facilitan a las familias la atención de sus hijos.

Por último, no quiero dejar pasar esta oportunidad sin:

1.Agradecer al actual Equipo Directivo y su Claustro de Profesores el enorme esfuerzo y trabajo que supone poner en marcha la celebración de este 50 Aniversario.

2.Un recuerdo sentido a todos cuantos nos precedieron y no están ya entre nosotros, pues ellos fueron la base del trabajo de hoy.

3.Quiero, así mismo, felicitar a quienes eligieron el acertado slogan “De la Paz a La Poesía” pues tiende el puente de unión de dos épocas “XXV Años de Paz” y “Miguel Hernández”.

4.Desde aquí quisiera también, rendir un recuerdo y homenaje al compañero de Barcelona que vio su ilusión truncada a manos de la violencia sin sentido.

Pilar Castilla Ordaz

UNA MADRE

Mi hijo tenía la edad de ir a la escuela y claro empezó en la que llamábamos parvulitos, unas clases que pagaba el Ayuntamiento y que las impartía la Srta Marichu.
En aquella época el colegio se llamaba XXV Años de Paz, a lo que yo añadía de paciencia por lo que representaba el nombre.
Cuatro años después mi hija tuvo que empezar a ir a la escuela y comenzó su andadudra estudiantil en el colegio Nª Sra de Fátima, hoy conocido como Menéndez Pelayo porque en el público al no ser obligatorio no había plaza, pero siendo defensores a ultranza de la enseñanza pública en cuanto se pudo la pasamos a esta escuela.
Sinceramente del profesorado encantada de su buen hacer, no sólo enseñaron materia, sino lo más importante "formación".

Una época muy conflictiva fue cuando desde el Ayuntamiento y para beneficio personal de una autoridad, se abrió el patio, se pusieron puertas de acceso a las lonjas con la inseguridad que para los niños suponía el trasiego de camiones en horario escolar consiguiendo dejar el patio pequeñísimo e inseguro.

Habían hecho un plan de ordenación urbana con el apoyo de todos los concejales para beneficio de unos pocos (estábamos en una dictadura y no había partidos). Luchamos por conseguir que no esto no sucediera pero en aquella época no fue posible.
Trabajamos sin descanso pero fue inútil, intervino Camen Cosio (procuradora en Cortes) y nuestra queja llegó hasta la Secretaría de Francisco Franco, pero ¿cómo iban a ir en contra de un miembro de la dictadura local, que a su vez era jefe del movimiento?
En esta ocasión se fundó el A.P.A.(Asociación de Padres), las madres no contábamos para nada.
Transcurridos los años, mis hijos han ido siempre que ha sido posible a la Universidad pública, aunque con los actuales dirigentes nos la están fastidiando en favor de la privada.

Este colegio cambió de nombre gracias a la sensibilidad de un grupo político que tuvo el acierto de proponer el de Miguel Hernández.
Guardo un especial cariño por ciertos profesores: Merche Larramendi, Pilar Castilla, Luisita Lasa, Juan, etc. que no sólo enseñaron sino que formaron.
¡Luchemos por la enseñanza pública y sin recortes!

Mª Asun Calera (antigua madre del colegio)

martes, 26 de mayo de 2015

EL 50 ANIVERSARIO EN LOS MEDIOS.

Esta mañana hemos realizado nuestro programa “Protagonistas” desde el Colegio Miguel Hernández, conmemorando con los...

Posted by Castro Punto Radio on Martes, 26 de mayo de 2015


Haciendo clic en el enlace, se puede escuchar la cuña de la emisora Punto Radio sobre nuestro 50 Aniversario.

martes, 19 de mayo de 2015

VIVENCIA EN EL A.P.A.

Si mal no recuerdo empecé en el año 1978 y estuve en la citada asociación durante el periodo en que mis dos hijos estudiaron en el colegio XXV Años de Paz.
Recuerdo que en aquellos tiempos los niños y las niñas entraban en el colegio por puertas diferentes. Como anécdotas me acuerdo que fue un acierto adoptar sensores de lluvia para los alumnos que por la noche se orinaban en la cama, pues el sensor estaba provisto de una alarma que se accionaba con la humedad, lo que obligaba al niño a levantarse y a su familia cambiar las sábanas. En un máximo de dos semanas se arreglaba el problema. Llegamos a fabricar y adaptar media docena de aparatos.
También, durante un periodo de años entrené al equipo de fútbol sala del colegio. Las camisetas fueron donadas por Deportes Virginia. Con el tiempo, la entrada al colegio fue la misma para las niñas y los niños.

Rafael Gaceta

EL PRIMER COMEDOR ESCOLAR

Montserrat Domínguez, antigua cocinera del comedor nos relata detalles del primer comedor escolar.

En las antiguas escuelas graduadas se inició un comedor escolar porque en el auxilio social (situado en una lonja junto a las escuelas) funcionaba un comedor pero que siempre daban de comer lo mismo. D. Alfredo Val que trabajaba en Orientación Marítimo Pesquera pensaba que esta situación había que mejorarla. Fabricó unas mesas que se abrían para servir de mesa y se cerraban para ser pizarra. Dª Merche Jato era la cocinera y las mesas se colocaban en los pasillos de las antiguas escuelas.




Al construir el nuevo colegio, comenzó allí el comedor con 66 niños. Posteriormente, se llegó a 220. Las becas se repartían entre todos los niños que comían. Incluso, había niños que no pagaban porque no tenían recursos.

Trabajabamos mucho, fue uno de los primeros comedores de Cantabria, y era de gran calidad.


Las dietas eran muy completas, además se enseñaba a los niños a comer con la rueda de los alimentos, a usar los cubiertos... Había un plato que se llamaba de "buen sabor" para los niños que se portaban bien y podían elegir el plato que más les gustaba entre varios, pero la mayoría elegían rabas. Al que no se portaba bien le dabamos rosquillas.


Con los niños haciamos juegos y yo que cantaba muy bien, hicimos un coro, contaba historias y así les entreteníamos mientras llovía. Cuando hacía bueno bajábamos al patio.



Todos los años pintaba el comedor para que estuviera limpio (paredes y techo) al empezar el curso, lo hacía en verano. En esa época cosí los manteles y las cortinas. La cocina estaba situada en lo que es actualmente el aula de PT.



También hicimos unas lámparas con botes de Nescafé para que las bombillas no estuvieran sólas. La primera freidora nos la regalaron los del Miramar, pero nosotros la arreglábamos después cuando se estropeaba. Después Diputación nos mandó una de acero inoxidable.

Se comía todo caliente (tortillas, croquetas....) por eso los del instituto Argenta venían a comer aquí aunque tuvieran su comedor, incluso los de las aldeas. Todos los niños que fueron de nuestro comedor para allá, se volvieron de nuevo.

En una ocasión vinieron los de Delegación a comer, cuando pusimos el árbol de Navidad por primera vez. Era un comedor tipo escuela. Alfredo lo fundó y era su vida.

Montserrat Domínguez

RECUERDOS MUY ENTRAÑABLES DE LOS QUE NOS DEJARON


Quiero aprovechar la oportunidad que nos da el 50 Aniversario del Colegio y su blog para hacer llegar a todos un sentimiento, que seguro compartimos muchos de los que hemos pasado por la vida de este Centro.

Me estoy refiriendo a los compañeros que no están entre nosotros porque su vida se apagó. No quiero desgranar recuerdos, que desde la atalaya de la dirección tenía de todos y cada uno de ellos, si no desde el recuerdo que como amigos míos fueron.
Yo aterricé en “XXV Años de Paz” fruto de un concurso de traslados por consorte (modalidad que existía para matrimonios pedagógicos), y en él estaban:
D. Ricardo Tamayo como Director, hombre de trato amable, entregado al ejercicio de la dirección, y próximo a todos y todas y al que años más tarde sustituí en el cargo cuando marchó para Santander; los compañeros del Claustro: hombres y mujeres que me han dejado huella y que los alumnos y alumnas recuerdan con cariño; y los cuatro maestros de Orientación Marítima, que administrativamente funcionaban como una mini graduada dentro del Centro, con su Director D. Alfredo del Val al frente. Pero los Claustros los celebrábamos todos juntos y día a día nos íbamos conociendo un poco más.
Como grupo humano que éramos, pasamos por días felices de convivencia y otros no tanto, que se han quedado en el olvido.
Tras unos años, ejerciendo como profesora de base, pasé a ejercer de Directora y desde el cargo me tocó recibir también a nuevos compañeros que aumentaban la plantilla. Como dije al principio, quiero reseñar mis recuerdos de los que nos dejaron. Unos son más fuertes que otros, pues traspasaron la línea de lo profesional y tuve más trato en lo personal, pero todos entrañables y entre todos me enseñaron a ser mejor maestra.
Juan Prieto y Conchita Martínez


Mª Luz Pelayo y Juan Cabo
Algunos de los que conocí al principio se jubilaron enseguida y apenas tuve contacto, fue el caso de Concha, Juan Prieto, Pilar, Luz y Juan Cabo. De este último, recuerdo que como marido de Luz y ya jubilado, venía a buscarla a la salida del colegio como un novio enamorado y que jugaba a la puerta con los niños pequeños según iban saliendo…

Sin embargo, con otros conviví muchos más años. Recuerdo a los compañeros de O. Marítima: Honorio, Paco, y José Luis como hombres afables y cariñosos con el alumnado y a su director Alfredo, de fuerte personalidad muy exigente consigo mismo y con los demás y que se dedicó con gran pasión al funcionamiento del Comedor Escolar en el que dejó su impronta, (hace poco un ex alumno me recordaba que él inventó “el plato del buen sabor” que según parece se le daba a los alumnos de mejor comportamiento en el comedor). Durante algún tiempo me ayudó en tareas de Secretaría.


Francisco Encinas, Honorio Crespo, Luisa Lasa, Jose Luis Gutíerrez y Alfredo Val


Conchita Jiménez
También recuerdo a Conchita, vitalista, entregada a sus niñas (no olvidemos que las clases eran de niñas y niños separados) sus labores y manualidades eran famosas. Laudelina, como una mujer amable, sencilla y muy callada, tal vez por timidez. Luisita, una mujer guipuzcoana, maestra de carácter, siempre elegante.  Esther, fuerte pero arrastrando una salud difícil. Jesús Montero, persona jovial y de buen hacer. Siempre dispuesto a colaborar, tuvo un trato inmejorable con todos incluso después de cambiar de centro.

Sin embargo, los compañeros a los que me refiero a continuación han tenido un trato más personal conmigo, y por tanto los he conocido mejor y me han marcado más:


Merche, una mujer fuerte, luchadora durante años con la enfermedad de su marido, reflexiva, amiga de sus amigos. Recuerdo que me decía “Pili, los niños de tercero son como esponjas, todo lo absorben, lo que dice su profesor es palabra de ley…”. Tuve la gran suerte de disfrutar de su sabiduría hasta sus últimos días pues a sus 90 años la visitaba con frecuencia en su casa. Pocas personas llegan a tan avanzada edad con la lucidez que ella disfrutaba y con el interés de conocer la evolución de cuanto tenía que ver con el mundo de la educación. Se seguía interesando por todo.



 Javier o Elviro, era un hombre sabio, cultísimo, humanista que dominaba el latín y el griego, sencillo, cariñoso y muy abnegado. Yo lo respetaba y recuerdo que cuando realizamos con los de 8º de EGB el “Viaje de fin de Curso”, visitábamos Toledo y más concretamente el cuadro del Greco “El entierro del Conde Orgaz”. Javier lo explicó, y nos quedamos boquiabiertos. Los alumnos se quedaron durante 10 minutos en silencio mirando el cuadro y asimilando cuanto nos había dicho. Las personas adultas que había en la sala me comentaron que no habían presenciado tanto interés en niños tan jóvenes y que nos había hecho sentir el cuadro a todos. Y qué decir de su pasión por El Quijote… que trasmitió también a sus alumnos.



Jesús, que puedo decir de este salmantino, amigo, de carácter a veces difícil, pero blando cuando se le conocía. Siempre impecable en su vestuario, “acorbatado” la mayoría de las veces… (Vísperas de vacaciones solía poner control de matemáticas y siempre alguien de la clase me pedía que mediara y lo convenciera para no ponerlo). Sin embargo con los años descubrí que los alumnos, que en su día parecían temerlo, lo recuerdan con un cariño inmenso.


Todos ellos permanecerán en mi recuerdo como algo vivo, siempre serán un pilar importante en el desarrollo de la educación y cultura de Castro Urdiales, donde han dejado un poso importante, tanto entre los compañeros, como en las generaciones de alumnos y alumnas que los recuerdan con cariño y agradecimiento.

Pilar Castilla Ordaz








viernes, 15 de mayo de 2015

BAILANDO CON GARMA FOLK

Esta lluviosa mañana hemos recibido la visita del Grupo Musical Garma Folk que ha venido para ofrecernos un concierto de animación de danzas del mundo.  Como no había forma de celebrarlo en el patio, nos hemos tenido que arreglar para hacerlo en el gimnasio.  Así que nos hemos apretujado un poquito y hemos bailado un montón.  El fin de fiesta perfecto ha sido que hemos terminado cantando y bailando el Himno del Cole.